JOEL RISTOL
La trayectoria de Joel Ristol se desarrolla desde una práctica pictórica constante y reflexiva, que encuentra en el óleo su medio más adecuado para trabajar la memoria, el tiempo y el territorio. Tras una etapa inicial de formación y experimentación técnica, su obra ha evolucionado hacia un lenguaje cada vez más depurado, donde la pintura se concibe como un espacio de pausa y contemplación frente a la velocidad contemporánea.
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Su trabajo se articula en torno al paisaje entendido no como representación literal, sino como construcción simbólica. Pueblos, arquitecturas populares y espacios abiertos aparecen despojados de acción y de relato explícito, generando escenas suspendidas, casi atemporales. Esta línea alcanza una especial coherencia en la exposición Silencio, presentada en Barcelona y posteriormente en Madrid, donde la España vaciada se convierte en el eje central de la investigación pictórica.
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En su obra actual, Ristol profundiza en esta idea del silencio como estado físico y emocional. Los escenarios se muestran aislados, alterados sutilmente, situados en un territorio ambiguo entre lo real y lo onírico. No se trata de una pintura de denuncia directa, sino de una evocación poética del abandono, la desubicación y la fragilidad de la memoria colectiva. La presencia humana, cuando aparece, es mínima y secundaria, reforzando la sensación de soledad y de tiempo detenido.
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Formalmente, su pintura se caracteriza por una contención expresiva, un uso preciso del color y una luz clara que evita el dramatismo. Los elementos extrañados o fuera de contexto introducen una tensión silenciosa que rompe la lógica del paisaje sin estridencias, ampliando su carga simbólica. De este modo, la obra actual de Ristol se sitúa en un punto de madurez donde el paisaje deja de ser un lugar concreto para convertirse en una metáfora del desarraigo y la memoria.
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En conjunto, su pintura propone una experiencia introspectiva: una invitación a habitar el silencio, a observar aquello que permanece cuando todo lo demás ha desaparecido.